Me acuerdo de un día que, estando en infantil, al salir del colegio, vino mi abuelo a recogerme porque mis padres trabajaban para llevarme al campo con mi abuela que era donde trabajaban mis abuelos.
Me acuerdo de que me iba a recoger plumas de las gallinas porque tenía una cajita donde guardaba muchas plumas para entretenerme. Me acuerdo, además, de que ese día granizó y me gustaba asomarme a una ventana pequeñita que estaba al lado del sillón por la que se veía la nave de las ovejas.
Mi primer día de colegio.
Me acuerdo de que, al principio, no lloré cuando estaba en la cola con los demás niños, pero, cuando la profesora nos llamó para entrar empecé a llorar, y, como otros niños, me pasé más o menos 5 días llorando, pero después ya me acostumbré.
Mi primer accidente.
De este día me acuerdo muy bien porque estaba durmiendo y mis padres ya se habían ido a trabajar, solo estaba mi abuela. Y, no sé cómo, me caí de la cama y me di con el triciclo, que estaba debajo de la mesa, en la barbilla. Entonces, como me salía mucha sangre llamé a mi abuela que se asustó mucho y empezó a buscar el algodón y esas cosas, pero yo estaba muy tranquila. Además, mi abuela no me podía llevar a Llerena porque no sabe conducir y no sabía a quién llamar, pero finalmente me curó y no llegó a más. La verdad es que yo estaba bastante tranquila.
11 de julio de 2013.
Es el día que España ganó el Mundial y como no suelo recogerme el pelo cuando salgo hice un trato con una amiga: si ganaba España, tenía que salir a celebrarlo con ellas con trenzas, ¡con lo poco que me gustaban a mi las trenzas! y me acuerdo de que ganó y tuve que sali con trenzas y me pasé gran parte de la noche con mis amigos.
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